
FOTO: SUMINISTRADA/ROBERT YU
Originally published by La Opinion
Yuliana Méndez, de 31 años, recuerda su infancia en los campos de cultivo del norte de California junto a sus hermanos mientras sus padres pizcaban frutas.
“A mis padres les habían prestado una casa en medio del campo y nosotros nos la pasábamos corriendo detrás de los animales”, recordó Méndez, quien orgullosamente se graduó recientemente de la Universidad del Sur de California (USC) con una maestría en negocios.
Los padres de Méndez emigraron de México a Estados Unidos desde muy jóvenes y se establecieron en Yuba City, a unos minutos al norte de Sacramento para trabajar en los campos de duraznos, nueces, ciruelas y kiwi.
Por un tiempo el padre de familia, Salvador, trabajaba de día y la madre, Blanca, trabajaba de noche.
Blanca recuerda cuando llegaba por las noches del trabajo de recoger kiwi y veía a su esposo dormido con Yuliana en un brazo y su hermana Lizeth en el otro.
“Creo que desde muy niños nosotros les demostramos el cariño que les tenemos”, dijo la madre, de 60 años.
Los padres de Yuliana recuerdan que desde muy pequeña ella demostró un gran interés por la educación. “Sus juguetes siempre eran una libreta y un lápiz. Nosotros decíamos, ‘ella va a hacer algo de oficina cuando crezca’”, recordó Blanca.
No se equivocaron. En la secundaria la joven participó en diferentes programas de verano que guiaban a estudiantes de bajos ingresos e hijos de campesinos hacia la educación superior.
Su esfuerzo la llevó a ser aceptada en la universidad del estado de California, Sacramento.
Su paso por el capitolio
A los 21 años, Yuliana obtuvo su titulo de Filosofía e inmediatamente fue aceptada en una pasantía en el capitolio de Sacramento bajo el programa “Polanco Fellowship” creada por el exsenador Richard Polanco. Esta pasantía proveía experiencia en políticas públicas a jóvenes de minorías.
“Ahí aprendí mucho de la política, vi muchas cosas, sobre todo como ayudar a la gente latina como yo”, dijo Yuliana.
Sin embargo, lo que más le impactó en su nuevo trabajo fue cuando recibió su primer cheque. “Lo que me pagaron era mucho más dinero de lo que mis padres ganaban juntos”, recordó.
Yuliana inicialmente trabajó con el entonces senador Gil Cedillo como asistente legislativa. Cedillo, quien ahora es concejal del Distrito 1 en Los Ángeles, dijo que Yuliana fue una parte integral en el grupo cuando estaban en Sacramento.
Ella ayudó a desarrollar varias medidas incluyendo el California Dream Act que provee ayuda financiera a ciertos jóvenes indocumentados y la ley de las licencias para indocumentados—ahora conocida como AB60, y una ley para combatir las pandillas.
“El problema de las gangas me impactó mucho porque yo tenía compañeros con los que estudie y ahora están en la cárcel purgando condenas de por vida”, dijo Yuliana.
Al culminar el terminó de Cedillo como senador, Yuliana continuó trabajando en el Capitolio donde conoció personalmente al gobernador Jerry Brown y al presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Yuliana trabajó ocho años en el Capitolio hasta que en 2015 fue aceptada a USC para una maestría en el Colegio de Negocios Marshall con una beca que cubría todos sos estudios.
Debra Langford, decana asistente en USC Marshall y mentora de Yuliana, dijo que recuerda lo entusiasta que la joven fue durante sus dos años de carrera.
“Yo la invitaba a eventos de liderazgo y ella siempre estaba participando con compañeros estudiantes y graduados”, dijo Langford, enfatizando que en ocasiones Yuliana hacia “malabares con su horario” para asistir a los eventos.
La decana anima a jóvenes de minorías que se acerquen a la universidad para ver sus opciones y posiblemente recibir una beca completa en el colegio de negocios.
Con los pies en la tierra
Pese a ser una mujer emprendedora y sobresaliente, la joven no olvida sus raíces.
“Hasta la fecha cuando me quedo en la casa de mis papás, veo a mi papá que llega de trabajar todo lleno de tierra. Eso para mi es como un recordatorio de la realidad”, dijo Yuliana, cuyo padre de 62 años ha trabajado en el campo por más de 45 años.
Blanca dijo que esta muy orgullosa de su hija. “Luego viene y me platica cosas que yo no entiendo, pero me sorprende y a veces le digo, ‘¿Qué no te cansas?’ porque hace demasiadas cosas todo el tiempo”, explicó. “Pero la vemos que es muy sencilla…Todos mis hijos han visto que la vida es dura y pienso que eso les ha ayudado a ser mejores”, añadió.
Una compañía con propósito
Mientras sus compañeros decidieron lanzarse a las grandes corporaciones para trabajar, Yuliana pensó en regresar a su comunidad. Su compañía Bilingüe Clothing Co.—con sede en Sacramento— aparte de vender ropa tiene un propósito de liderazgo con el programa BELO.
“Vamos a enseñar a estudiantes acerca de negocios y vamos a ayudarles a crear un artículo de ropa para venderlo en un mercado estudiantil para recaudar fondos para ir al colegio”, dijo Yuliana.
Ella contó que su propia experiencia de haber diseñado un vestido inspirado por la china poblana y después de recibirlo en sus manos fue una felicidad inmensurable que quiere compartir con los jóvenes.
“Voy a tratar de usar la ropa como una herramienta para que ellos vean que pueden ser lo que deseen y pueden hacer lo que quieran y viendo a sus papás o a sus amigos vestir la prenda que ellos crearon les va a dar un sentimiento de orgullo y de logro”, añadió la joven empresaria.
Méndez aconseja a los jóvenes latinos que nunca dejen de buscar oportunidades de aprender y tener nuevas experiencias.
“Que se hagan alumnos del mundo, para entender como navegar la vida y realizar sus sueños”.
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